martes, 9 de noviembre de 2010

SEMILLAS DE MARIA (CASERAS O PURAS)

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Para nuestro cultivo, evidentemente necesitamos semillas o esquejes (plantones). Si optamos por la primera opción ya empezamos a tener que elegir,¿ comprar o utilizar las nuestras?

SEMILLAS CASERAS

Las semillas que salen en los cogollos de tu plantación no tienen nada de malo. De ellas pueden salir buenas plantas, pero no todas las plantas que salgan serán buenas. El principal inconveniente de las semillas caseras es que no hay ninguna garantía de calidad de la hierba. Unas semillas darán buenas plantas y otras no. Si no somos muy exigentes con la calidad de los cogollos o si tenemos espacio suficiente como para sembrar muchas semillas y seleccionar sólo las mejores plantas, las semillas caseras pueden servirnos. De hecho, si plantamos una variedad año tras año y vamos cruzando las mejores plantas, nos haremos con nuestra propia raza en unos cuantos años. Es crucial seleccionar las mejores plantas para evitar que la especie degenere y pierda su contenido en THC. Si por el contrario tan sólo hay espacio para unas pocas plantas y queréis sacar una cosecha que permita fumar todo el año buscad semillas holandesas. Las semillas paisanas o caseras son muy arriesgadas. Algunas tardan demasiado en florecer, otras cogollan poco, las hay que se quedan enanas e incluso que apenas echan resina. Con semillas de buenas variedades y un poco de cuidado en el cultivo, la hierba potente está prácticamente garantizada.

RAZA PURA DE MARIHUANA

Las razas puras son aquellas en las que ciertos rasgos están siempre presentes. Esto no quiere decir que todas las plantas sean exactamente iguales en todos los aspectos, pero mantendrán una cierta uniformidad. Es decir, aunque algunas plantas sean más altas o más tempranas, la mayoría de ellas entrará en sus características dentro de unos ciertos límites. Una importante ventaja de las razas puras es que las semillas producidas a partir de machos y hembras de esa raza pura no pierden calidad como cuando hacemos un cruce entre semillas F1. El fenotipo de una planta (su aspecto externo) viene dado por su genotipo (su genética) y por las condiciones ambientales. Dos semillas con la misma genética cultivadas en condiciones distintas dan lugar a dos plantas con distinto aspecto. ¿Podemos lograr una raza pura en la que todas las plantas sean exactamente iguales en todo? Por supuesto que no, la genética es demasiado compleja como para poder fijar todos los rasgos de una planta. Lo que sí podemos hacer es fijar algunos rasgos, especialmente aquellos que más nos interesan como cultivadores. Se trata de lograr una general uniformidad en aquellos rasgos que queramos que definan nuestra especie. Digamos que queremos hacer una raza pura de floración temprana. La velocidad de floración es un rasgo que viene determinado por un par de genes (en realidad es probable que venga determinada por varios pares de genes pero lo simplificamos para que se entienda más fácilmente) contenidos en los cromosomas de cada célula de la planta. Los cromosomas vienen en pares y en cada miembro del par se aloja uno de los genes que indican la velocidad de floración. Si tenemos cien semillas y las plantamos   veremos plantas que maduran antes y otras que maduran más tarde. Si hay cien plantas, podemos considerar que tenemos doscientos genes encargados de definir la velocidad de floración. Cada uno de estos genes puede ser ligeramente distinto, pero a nosotros sólo nos interesa el gen que dé la floración más temprana. Idealmente, todos los genes de velocidad de floración de la raza deberían ser el mismo gen. Una raza será tanto más pura y homocigótica para la floración temprana cuanta mayor frecuencia de aparición tenga el gen deseado.

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